lunes, 5 de diciembre de 2011

LEGION ESPAÑOLA!

Hace 90 años que estos rudos hombres de afiladas patillas y largas barbas derraman su sangre fuera y dentro de España, por su patria y su bandera, que es la de todos y cada uno de los españoles. José Millán Terreros, como nació originalmente Millán Astray creó este cuerpo de elite inspirado en La Legión Extranjera francesa, en el código de bushido Japonés y en la cultura de la muerte y el sacrificio.Llamó a sus filas a todos aquellos sedientos de aventuras y de redención, invitándoles a conocer una nueva vida de la continua mano de la muerte. No le importó el pasado de ninguno de ellos, es mas, la cancion del legionario, su himno, que entonan al son de los tambores de los viejos tercios de Flandes cuando marchan camino de la batalla, lo dice bien claro en su letra:

                                                    Somos héroes incógnitos todos,
                                                    Nadie aspire a saber quién soy yo,
                                                   ¡Mil tragedias de diversos modos
                                                   El correr de la vida formó!
                                                   Cada uno será lo que quiera,
                                                   Nada importa su vida anterior,
                                                   Pero juntos, formamos Bandera
                                                  Que da a La Legión el más alto honor.

Para Millán Astray, criado durante su infancia rodeado de presos debido al trabajo de su padre como funcionario de prisiones, una nueva vida empezaba cuando se entraba al banderín de enganche de La Legión. A partir de ese momento, sus legionarios pasaban a ser parte de esa hermandad pura y noble, a sellar su compromiso con la muerte y a encararla a pecho descubierto. A lo largo y ancho del mundo, y a lo largo de estos 90 años su fama de aguerridos y valientes les ha acompañado por cada uno de los países que han recorrido. Los excelentes soldados ‘moros’ como se les conocía entonces guiados por el caudillo Abd el-Krim , sufrieron en sus carnes la ira de La Legión durante la guerra del Rif. Aquellas unidades del ejército Español que se mantuvieron leales al Gobierno de la segunda republica, temblaban de miedo ante el avance de La Legión desde África con el General Franco a la cabeza, sabedores que contra aquellos hombres barbudos y curtidos poco o nada tenían que hacer y más recientemente, los talibán Afganos han conocido de cerca lo que es tener enfrente a lo más granado de las tropas españolas.
Para cualquier español, compartir sangre y fronteras con este glorioso cuerpo es motivo de orgullo, como se puede ver en cada acto que hacen presencia, ya sea portando el Cristo de Mena a una sola mano rasgando el aire con las estrofas del Novio de la Muerte o desfilando el día de la Hispanidad a 160 pasos por minuto, por la Castellana, con su cabra legionaria al frente.

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