martes, 29 de noviembre de 2011


LOS MONOS




Un mono pulsando teclas al azar sobre un teclado durante un periodo de tiempo infinito casi seguramente podrá escribir finalmente cualquier libro que se halle en la Biblioteca Nacional Francesa. En una nueva exposición del mismo teorema, más popular entre los angloparlantes, los monos podrían escribir las obras de William Shakespeare.


En este contexto, el término casi seguramente es un término matemático con un sentido preciso y el "mono" no es en realidad un mono, sino que se trata de una metáfora de la creación de una secuencia aleatoria de letras ad infinitum.


La idea original fue planteada por Émile Borel, en 1913, en su libro Mécanique Statistique et Irréversibilité. Borel dijo que si un millón de monos mecanografiaran diez horas al día era extremadamente, extremadamente improbable que pudiesen producir algo que fuese igual a lo contenido en los libros de las bibliotecas más ricas del mundo y aun así, en comparación, sería aún más inverosímil que las leyes de la estadística fuesen violadas, siquiera someramente. Para Borel, el propósito de la metáfora de los monos era ilustrar la magnitud de un acontecimiento extraordinariamente improbable.

Después de 1970, la popular imagen de los monos se extendió hasta el infinito, convirtiéndose en que si un infinito número de monos mecanografiaran por un intervalo infinito de tiempo producirían texto legible. Insistir en ambos infinitos es, empero, excesivo. Un solo mono inmortal que ejecutase infinitamente tecleos sobre una máquina de escribir podría casi con toda seguridad escribir cualquier texto dado y un número infinito de monos podrían producir todo texto posible inmediatamente, sin demora. De hecho, en ambos casos, el texto sería producido un infinito número de veces




El director de este trabajo es el programador estadounidense Jesse Anderson, que a través de su ordenador personal coordina a los monos, que están alojados en la nube EC2 de Amazon.


Hasta ahora los simios virtuales han completado un 99,990% del trabajo del dramaturgo inglés desde que comenzaron a escribir el pasado 21 de agosto.


Aunque los monos de Anderson casi han completado el trabajo en apenas unas semanas, los científicos calculan que de realizarse el experimento con monos de verdad, los animales tardarían mucho más de la actual edad del Universo en completar las obras de Shakespeare, según recoge la BBC.


Con anterioridad se intentaron llevar a cabos experimentos similares. En 2003 se creó otro programa informático que también imitaba el comportamiento de los monos frente a una máquina de escribir. Según una simulación, los monos tardaron 'miles de millones de años' en escribir una línea de Enrique IV del autor inglés.









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